Hay muchas cuestiones relativas a los medios sobre las cuales hablar en estos días. Por ejemplo, los ataques a Claudio Díaz (el hombre que explicó por qué renunciaba a Clarín en una carta abierta), las presiones de los medios para que los periodistas den una visión sesgada en torno al conflicto planteado por algunos sectores del agro, las invitaciones a Carrió para que pasee sus innovadoras metáforas por aquí y por allá o las quejas de un multimedios que siempre se caracterizó por defender la libertad de expresión y la verdad.
También están las amenazas y ataques a Hebe de Bonafini y a las Madres, la postulación de Estela de Carlotto para el Premio Nobel de la Paz y, como siempre, los errores de concepto y de expresión en diarios, radios y canales de televisión.
La agenda está cargada. Sin embargo, decidimos publicar una de las miles de anécdotas que Roberto Tálice narra en el increíble libro 100.000 ejemplares por hora, Memorias de un redactor de Crítica.Recién llegado de Uruguay, el periodista está esperando que le encarguen un trabajo en el periódico y, angustiado, lleno de dudas, hojea ediciones de Crítica. Cita un título que encuentra: “‘Pido que me hagan una autopsia y digan si fui honrada’, dice en una carta una calumniada joven antes de poner fin a su vida”.
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Addenda: Habíamos pasado por alto resaltar que el próximo domingo sale Miradas al Sur, un nuevo periódico semanal.
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